El 30 de Diciembre de 2009 se modificó la Ley 4/1994 de 8 de Julio, de Protección de los animales de compañía que estipula que este tipo de intervenciones han sido totalmente prohibidas por el estado en beneficio del bienestar animal y son actuaciones que están fuera de la ley. Por ello, lo preceptuado en la Ley 4/1994, es de obligado cumplimiento para toda la población en general y por el colectivo veterinario en particular (en Cataluña de hecho, existe esta Ley desde el año 2003).
Las cirugías estéticas han sido prohibidas por su carácter puramente lúdico, ya que no atienden a un criterio médico. El recorte de orejas se ha erradicado totalmente y la caudectomía preventiva queda reservada a razas de gran musculatura coccígea que se dedican a trabajo (sobretodo algunos perros de caza como el Pointer o el Braco Alemán) y sufren potentes heridas que pueden infectarse. En este caso concreto se permitirá realizar la cirugía pero siempre bajo un estricto control veterinario.
Aun así, hoy en día existen muchos dueños que todavía siguen pensando que cortar la cola y las orejas es más estético. Otros argumentan que atiende a un criterio de higiene y protección pero nada más lejos de la realidad. La práctica de cortar las orejas y/o la cola al perro afecta a su interacción social, además de exponerlo a dolor y eventuales infecciones.
Desde el punto de vista veterinario, la apariencia a gusto del dueño no justifica el sufrimiento a varios niveles al que se somete al animal. Por suerte, en los últimos años son más los veterinarios que se niegan rotundamente a realizar estas operaciones, y tratan de convencer a los dueños de no realizarlas atendiendo a las siguientes razones:
- No se trata de cortes sino de amputaciones. Los cortes de uñas o pelo no son eventos traumáticos sino parte de la rutina de limpieza y mantenimiento del perro. Pero en la caudectomía y amputación de orejas se cortan cartílagos, nervios, vasos sanguíneos, músculos y otros tejidos además de la piel.
- La cola es la continuación de la columna vertebral del perro, está compuesta por unas vertebras llamadas caudales o coccígeas acompañadas de otros tejidos; siendo un elemento importante para mantener el equilibrio del perro.
- Al correr, girar y realizar ciertos movimientos; el animal necesita servirse de su cola. Es como si fuera su timón.
- La cola y las orejas son vitales para la comunicación social del perro. Además de la comunicación oral (ladridos, gruñidos, gemidos, etc…), el perro se sirve del lenguaje corporal para enviar mensajes a sus congéneres. La posición de las orejas y el movimiento de la cola transmiten información importante para la sociabilización y comunicación con otros animales.
- No tiene fines médicos que lo sustenten, solo estéticos.
- Es sumamente doloroso y traumático para el animal. Pese a que la amputación de la cola se debería realizar durante los cinco primeros días de nacidos debido a que los nervios y tejidos son menos susceptibles al dolor, éste existe. Los veterinarios que aceptan hacerlo aplican un anestésico local y realizan la cirugía en condiciones de asepsia y con conocimientos de la anatomía de la cola, pero se conoce que los criadores no lo hacen así, y someten a la cría a un dolor y trauma innecesario que además puede tener consecuencias permanentes. La amputación de orejas es un procedimiento caracterizado por un abundante sangrado y un postoperatorio incómodo para la mascota.
- Las malas operaciones y/o manejos postoperatorios inadecuados pueden causar hasta la muerte del perro. Como son heridas abiertas, las infecciones por mutilación de cola podrían llegar hasta el hueso y comprometer la columna. En ocasiones graves, esa infección puede pasar a vía sistémica y el perro podría sufrir de septicemia (infección generalizada o envenenamiento de la sangre) y fallecer.
- Toda amputación compromete el comportamiento y conducta social normal de la mascota.
Además de la amputación de cola y orejas, algunos dueños de perros acuden a veterinarios solicitando el corte de las cuerdas vocales para los perros que “ladran mucho”. Literalmente dejan mudos, incapaces de ladrar o con un ladrido sordo y afónico.
En el caso de los gatos, la amputación de las garras va más allá del corte de uñas, pues se corta la primera falange de cada dedo, que es la zona donde crecen las uñas. Además de infecciones, los gatos pueden sufrir la deformación de las patitas.
La oniquectomía y la ventriculocordectomía son cirugías que ya cuando estaban permitidas se desaconsejaban totalmente.
Se entiende que cuando un propietario decide adquirir una mascota acepta y entiende todo lo que ello conlleva. La realización de estas cirugías atiende a una visión frívola de lo que supone tener una mascota y se estaría pasando a una situación de “mascotas a la carta”.
Además en el caso de la oniquectomía tiene otras implicaciones. Por muy obvio que parezca, si el gato nace con uñas es por algo. Las uñas le sirven para rascarse, jugar y para agarrar a sus presas. Son sus anclajes para estirarse, sus armas para defenderse y su medio para burlar a sus adversarios mediante escalada en pared vertical. No es de extrañar que quieran mantener este regalo de la naturaleza en perfecto estado y, para ello, tienen que cuidarlas a diario.
Por ello, la oniquectomia se considera una mutilación ya que extirpa nada menos que 5 falanges en cada extremidad, se está incapacitando a ese animal para, si en un futuro acabara viviendo en la calle, cazar y protegerse de peligros al no poder trepar a un árbol o escalar. Además en muchos de los casos, al verse desprovistos de una herramienta de marcaje, acaban sustituyéndola por la única que les queda, la boca, que es mucho más destructiva que las uñas.
Sólo se admite la posibilidad de realizar este procedimiento en caso de que la eutanasia sea la única alternativa al mismo, o cuando haya razones médicas de importancia que lo hagan necesario. Los supuestos en que resultaría aceptable la oniquectomía son:
- En caso de que algún miembro de la familia se encuentre inmunodeprimido y se deba minimizar el riesgo de zoonosis como la enfermedad por arañazo de gato.
- En caso de que algún miembro de la familia sufra una discapacidad psíquica, en que el gato sea un animal muy querido pero se deseen evitar accidentes.
- En caso de gatos agresivos en los que, tras haber realizado todos los tratamientos médicos y modificaciones de ambiente recomendadas por el veterinario, la única alternativa sea la eutanasia.
Los gatos que se han sometido a desungulación deben ser mantenidos como gatos de interior durante el resto de sus vidas. Si tienen acceso al exterior, debe ser en entorno controlado y protegido para evitar peleas con otros animales, ya que se encontrarán siempre en inferioridad de condiciones frente a ellos.
Author: Ana
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